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Sara Page quedó devastada cuando supo que su perrita Freyja tenía cáncer de mama y era terminal.
Resulta que un día acariciándola, descubrió un bulto en la zona de sus tetillas. Rápidamente la llevó al veterinario y le dijeron que probablemente era un quiste.
Sin embargo los días pasaban y más bultos pequeños comenzaron a aparecerle. Sara ya estaba comenzando a ponerse paranoica y pidió que por favor le hicieran un chequeo.
El resultado: cáncer terminal.
Freyja después del diagnóstico sólo podría vivir 6 meses y no había nada que hacer contra el cáncer, pues como estaba muy avanzado, la quimioterapia no era una alternativa.
Así que Sara y su marido hicieron al pie de la letra lo que el veterinario les recomendó: darle todo el amor que pudieran durante el tiempo de vida que le quedaba.
Y fue la misma Freyja la que le recordó a su dueña de 54 años que se hiciera un chequeo. Un día saltó sobre el pecho de Page y la aplastó. “Pensé para mis adentros: “debo buscar mi mamografía”.
Sara se hizo el examen y le pidieron una biopsia, pues encontraron un tumor de 33 milímetros en su mama izquierda. También tenía cáncer de mama agresivo.
“Se sentía tan cruel que Freyja y yo estuviéramos luchando contra el cáncer de mama al mismo tiempo. Seguía pensando: “¿Por qué nosotras?”“, contó Sara.
El tiempo pasó y la familia tenía mucho miedo de que Freyja ya no aguantara más. Llegaron los seis meses y la perrita parecía estar mejor que nunca, pese a que los veterinarios confirmaron que aún estaba luchando contra el cáncer, pues sus ganglios linfáticos estaban realmente afectados.
Pero seguía con apetito, energía y no había bajado ni un sólo gramo de peso.
¿Qué explicación se le puede dar a eso?
Sara cree que su fiel mascota desafió su pronóstico de seis meses de vida para ayudarla a mejorar y partir cuando estuviera sana. Estuvo acompañándola incluso en las radioterapias y quimioterapias a las que su dueña tuvo que someterse.
“Perdí el pelo y me sentí muy triste y estaba en el hospital o en casa. Pero Freyja fue mi salvación. Ella nunca se apartó de mi lado“, dijo Sara.
Ahora, Sara está prácticamente sana, su cáncer está en remisión y tiene chequeos regulares.
Y Freyja… bueno, la perrita siguió desafiando todo pronóstico, pues aunque aún tiene cáncer, no muestra signos de la enfermedad. Es más, ha vivido cuatro años más de lo que todos esperaban.
¡Es toda una sobreviviente!